viernes, 6 de agosto de 2010

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martes, 3 de agosto de 2010

Textos (Historia III)





Fausto
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Morfología (Historia III)

Las sinfonías

Avanzando en la teoría musical, podemos decir que las principales características de las sinfonías clásicas, tal cual existían hacia finales del siglo XVIII (previo a la aparición de la música romántica), en la zona de habla alemana eran:

1) Poseían 4 movimientos: de los cuales el primero solía ser un movimiento rápido en forma de sonata, el segundo un movimiento lento, el tercero variaba entre un minueto y un trío o una danza ternaria como (scherzo) un movimiento con una simple métrica triple, y finalizando con un cuarto movimiento rápido en forma de sonata y/o rondó.

2) Poseían una parte instrumental: para ser interpretada por una orquesta de tamaño relativamente moderado, como se acostumbraba en esa época.

Luego de que Beethoven comenzó a experimentar con la estructura de dichos movimientos y con las características programáticas en su Sexta Sinfonía, y luego añadió cantantes al último movimiento de su Novena Sinfonía, las posibilidades de moldear el formato de la sinfonía eran ilimitadas, comenzando desde la era Romántica cuyas características eran, entre ellas:

1) Modificación de la estructura de los movimientos: mayores movimientos y/o estructuras de movimientos con varias etapas (Roméo et Juliette de Berlioz; la Segunda y Tercera Sinfonía de Mahler); estructuras con un único movimiento y/o movimientos sucesivos, por ejemplo la Séptima Sinfonía de Sibelius; Eine Alpensinfonie de Richard Strauss y la Cuarta Sinfonía de Carl Nielsen.

2) Mayor variación en la parte instrumental: orquestas de cámara (implementadas por Berlioz, Mahler, Bruckner); canto solista y/o coral que se extiende durante los diferentes movimientos de la sinfonía (por ejemplo: la Segunda Sinfonía de Mendelssohn; la ópera Romeo et Juliette de Berlioz y la 14ª Sinfonía de Shostakovich); nuevos o inusuales instrumentos, por ejemplo una especie de sonajero hecho con pezuñas de vaca que se utilizó en la Sexta Sinfonía de Mahler; Ondes Martenot en Turangalîla-Symphonie de Olivier Messiaen; sinfonías que no empleaban orquestas sinfónicas (sinfonías para ser interpretadas por un solo órgano eran creadas por Charles-Marie Oidor y Louis Vierne y también la Sinfonía para piano solo de Charles-Valentín Alkan.

3) Extensión del programa: incluso luego de que el tono del poema halla separado del género sinfónico como tal, estas especies musicales fueron publicadas con programas mucho más extensos, explícitos (como en Roméo et Juliette de Berlioz, luego de Shakespeare, así como también en su Sinfonía Fantástica) haciendo referencia a la literatura, a la poesía y a la música popular (como en la sinfonía cycle de John Kenneth Graham), o mucho mas implícitas, como una sucesión de sentimientos (como en la Sexta Sinfonía de Tchaikovsky o en Los cuatro temperamentos de Carl Nielsen).

La palabra sinfonía deriva del griego Συμφωνία, una combinación de syn-(‘συν’, con) y phone (‘φωνή’ sonido), que deriva a su vez del latín symphonia. El término fue usado por los griegos, en primer lugar para definir el concepto general de "concordancia", ambos caracterizados por sonidos sucesivos y en unísono con sonidos simultáneos; en segundo lugar, específicamente hablando, lo emplearon para nombrar a los pares de sonidos sucesivos concordantes (por ejemplo: los “intervalos perfectos” de la música moderna; la 4ª, la 5ª y la 8ª); y en tercer lugar considerando la armonía de una octava, (refiriéndonos al arte de cantar en octavas) en oposición a cantar y tocar al unísono.


La sinfonía

En el artículo anterior dije que Haydn estableció la estructura de lo que ahora se llama Sonata, no confundir con la "forma sonata", dicha estructura consiste de tres o cuatro partes independientes llamadas "movimientos", el primero de los cuales tiene la forma sonata; dije también que esa estructura es la misma que se emplea en otros géneros musicales, como la sinfonía, el cuarteto, el trío y otros más. Asimismo dije que los compositores, incluido el propio Haydn, pronto abandonaron la rigidez de dicha estructura. La Sinfonía, a partir de Haydn, se ha considerado como el género más importante que hay.

El nombre "sinfonía", al igual que otros que ya hemos visto, cambió de significado con el tiempo, al principio se llamaron sinfonías simplemente a obras que implicaban la sincronización de varias voces, después se empleó ese nombre para denominar piezas de forma libre, por ejemplo, Bach denominó sinfonías a lo que ahora se conoce como Invenciones a Tres Voces; hasta que Haydn lo empleó para denominar así a sus obras con estructura de sonatas, pero escritas para gran orquesta.

Lo de gran orquesta en la época de Haydn consistía en alrededor una docena de violines, un par de violas, unos cuatro violonchelos, uno o dos contrabajos, dos oboes, dos fagotes, un par de cornos y, en algunos casos, dos flautas, dos trompetas, dos clarinetes, un clavicímbalo o un timbal. Pero la idea del nombre de gran orquesta llevó a excesos tales que Gustav Mahler, un compositor nacido en un pueblo cercano a Praga en 1860, escribió una sinfonía de la que se dice que hubo en su estreno ¡mil personas para interpretarla!, probablemente más gente de la que fue a escucharla.

Se considera que el gran paso en la evolución de la sinfonía lo dio Beethoven con la llamada "Sinfonía Heroica", que fue su tercera obra dentro de este género, a partir de ella la orquesta sinfónica, o sea, la orquesta para tocar sinfonías empleó imprescindiblemente clarinetes, flautas, trompetas, trombones y percusiones, además de los instrumentos ya mencionados anteriormente.

Symphony no. 5 (Beethoven) - I
Symphony no. 5 (Beethoven) - II
Symphony no. 5 (Beethoven) - III/IV

La grandeza de las sinfonías de Beethoven es tal que muchos de los compositores que lo sucedieron, o escribieron pocas sinfonías --y éstas sólo cuando se consideraron suficientemente maduros, como Schumann o Brahms-- o de plano no escribieron sinfonías, pues consideraron que después de las de Beethoven ya no había nada que hacer en ese género. Solamente hay dos compositores en el siglo XIX que se atrevieron a consagrarse al género, Anton Bruckner, nacido en Austria en 1824 y el ya mencionado Gustav Mahler, cada uno de ellos escribió nueve sinfonías, curiosamente el mismo número que escribió Beethoven.

Otros compositores relevantes del siglo XIX que escribieron sinfonías son Felix Mendelssohn, nacido en Alemania en 1809, Piotr I. Chaikovsky, nacido en Rusia en 1840 y Antonin Dvorak, nacido en Checoslovaquia en 1841, que también escribió nueve sinfonías, aunque mucho menos pretenciosas que las de Bruckner o las de Mahler

Entre los compositores del siglo XX hay algunos que se dedicaron más que otros a escribir sinfonías, de ellos los más notables son: el finlandés Jean Sibelius, nacido en 1865, el inglés Ralph Vaughan Williams, nacido en 1872 y los rusos Sergei Prokofiev, 1891 y Dimitri Shostakovich, 1906.

Prokofiev: Symph. Classique - Allegro
Prokofiev: Symph. Classique - Larghetto
Prokofiev: Symph. Classique - Gavotta
Prokofiev: Symph. Classique - Finale

Esta sinfonía tiene la particularidad de que a pesar de haber sido escrita en el siglo XX, su autor intentó darle un carácter totalmente en el estilo de Haydn, por lo que al escucharla se puede decir que "matamos dos pájaros de un tiro", tenemos un perfecto ejemplo de la sinfonía clásica y una muestra del manejo de los instrumentos de un compositor moderno.

Obviamente que en este resumen histórico no he citado a todos los compositores que escribieron sinfonías, porque sería muy largo y tedioso, me he concretado a citar a los que yo considero los más relevantes, aunque seguramente que por diferencias de gusto habrá quien diga que me faltó o me sobró alguien.
Por razones de longitud y por la fidelidad acústica necesaria para apreciar una sinfonía hay pocos ejemplos en Internet, así que yo recomendaría al lector que se consiguiera discos con por lo menos una sinfonía de cada uno de los compositores que aquí he citado. Me voy a atrever a listar las que a mí me gustan más, sin que eso signifique que son las mejores, pues esto no es una competencia deportiva.

Haydn: la número 39 en sol menor
Mozart: la número 41 en do mayor
Beethoven: la número 6 en fa mayor
Mendelssohn: la número 3 en la menor
Schumann: la número 4 en re menor
Bruckner: la número 5 en si bemol mayor
Brahms: la número 3 en fa mayor
Chaikovsky: la número 6 en si menor
Dvorak: la número 9 en mi menor
Mahler: la número 4 en sol mayor
Sibelius: la número 5 en mi bemol mayor
Vaughan Williams: la número 6 en mi menor
Prokofiev: la número 3 en do menor
Shostakovich: la número 11.

Música (Historia III)





















































































































Historia III P



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Música III



Asistencia




Biografías (Historia III)

Ludwig Van Beethoven
Bonn, Alemania, 16 de diciembre de 1770







Franz Schubert
Viena, 31 de enero de 1797 – ibídem, 19 de noviembre de 1828





Gioachino Rossini
Pésaro, Italia, el 29 de febrero de 1792





Niccolo Paganini
Génova, 27 de octubre de 1782 – Niza, 27 de mayo de 1840





Franz Liszt




Felix Mendelssohn
Hamburgo, 3 de febrero de 1809 - Leipzig, 4 de noviembre de 1847





Frédéric Chopin
Żelazowa Wola, Polonia, 22 de febrero o 1 de marzo de 1810 — París, 17 de octubre de 1849







Hector Berlioz
La Côte-Saint-André, Francia, 11 de diciembre de 1803 – París, 8 de marzo de 1869

Compositor francés y figura destacada en el desarrollo del romanticismo musical del siglo XIX. Nació en la Côte-Saint-André el 11 de diciembre de 1803. Comenzó a estudiar medicina en París según el deseo de su padre, médico de provincia. Abandonó esta especialidad para estudiar música en el conservatorio de la capital francesa bajo la tutela del compositor francés Jean François Le Sueur y del compositor checo Anton Reicha. En 1830 ganó el Premio de Roma con su cantata Sardanapale. Trabajó como bibliotecario del Conservatorio de París desde 1838 e hizo varias giras por Europa y Gran Bretaña como director de orquesta entre 1842 y 1854. En Alemania Robert Schuman trató, mediante un estudio crítico de la obra de Berlioz, que el público lo acogiera. Entre 1835 y 1863 escribió críticas musicales para el periódico Journal des Débats. Su figura fue muy influyente durante todo el periodo romántico en distintos aspectos: la forma sinfónica, el uso de la orquesta y las nuevas estéticas musicales. Para muchos, Berlioz ejemplifica la imagen del compositor romántico como artista. Trabajó sin descanso para divulgar la música de su tiempo. Al verse obligado a enseñar a distintos grupos orquestales la técnica que requería el nuevo estilo, fue maestro de toda una generación de músicos, y se convirtió en el primer director de orquesta virtuoso.
Con la Sinfonía fantástica opus 14 (1830) produjo una revolución estética por el uso integral de un programa literario (inspirado en la actriz irlandesa Harriet Smithson con la que contrajo matrimonio), y estableció el uso de la música programática como el género dominante en las obras orquestales románticas. En esta obra, así como en Harold in Italy (1834, inspirado en el poema Childe Harold de Lord Byron), para viola y orquesta, el uso de la transformación de un tema constante (ideé fixe, o idea fija), anticipa el género que el compositor húngaro Franz Liszt denominó poema sinfónico, género que utilizaron importantes compositores como Richard Strauss y Richard Wagner, que desarrolló en Alemania la idea conocida como leitmotiv, concepto que utilizó en sus extensas obras, en donde a cada personaje y situación le corresponde su propio leitmotiv o motivo conductor. En 1844 Berlioz publicó el Traité d'instrumentation et d'orchestration modernes (Tratado de instrumentación y orquestación modernas), el primer libro que se ocupaba de este aspecto. En él exponía las diferentes estéticas de la expresión musical. Fue muy apreciado también como obra de consulta. Entre sus títulos más importantes destaca la ópera monumental Les Troyens (1856-1859), en la que la contención por lo clásico da paso a su fervoroso romanticismo e igualmente las óperas Benvenuto Cellini y Beatriz y Benedicto. Otras obras importantes son la sinfonía dramática Romeo y Julieta opus 17 (1836-1838), la cantata La condenación de Fausto opus 24 (1846), la misa de requiem Grande messe des morts opus 5 (1837), el oratorio La infancia de Cristo opus 25 (1850-1854) y la obertura El carnaval romano (1844), obertura de su ópera Benvenuto Cellini (1835-1838). Entre las obras en prosa destacan sus Mémoires (publicadas en 1870, tras su muerte) y Soirées d'orchestre (1853). Murió el 8 de marzo de 1869 en París.



Robert Schumann
Zwickau, 8 de junio de 1810 - Endenich, Bonn, 29 de julio de 1856

Compositor alemán, uno de los máximos exponentes del movimiento musical romántico del siglo XIX. Nació el 8 de junio de 1810 en Zwickau, Sajonia, y estudió en las universidades de Leipzig y Heidelberg. Al ser hijo de un librero, mostró precoz interés por la literatura, en especial por los escritores alemanes Johann Wolfgang Goethe, E.T.A. Hoffmann y Johann Paul Richter. En 1830 abandonó sus estudios de derecho para dedicarse exclusivamente a la música. Estudió piano con el maestro alemán Friedrich Wieck, pero una lesión irreversible en uno de sus dedos terminó con su carrera como pianista. Se dedicó entonces a la composición y a escribir sobre música. En 1834, en un intento de luchar contra lo que denominó 'filisteismo artístico', fundó la revista musical Neue Zeitschrift für Musik, que editó hasta 1844. Schumann se casó en 1840 con la pianista Clara Josephine Wiek, hija de su maestro. Clara Schuman fue un punto clave en la interpretación de su música para piano. En 1843 el recién fundado Conservatorio de Leipzig solicitó los servicios de Robert para formar parte del profesorado, pero, después de intentarlo, se sintió incapaz de enseñar y abandonó el puesto.
En 1850 fue nombrado director musical en Düsseldorf, pero una enfermedad mental, que padecía desde la adolescencia, le hizo dimitir en 1854. Ese mismo año, tras un intento de suicidio, fue ingresado en una clínica para enfermos mentales en Enderich, cerca de Bonn, donde el 29 de julio de 1856 murió. Como uno de los arquetipos entre los compositores románticos, Schumann se identificó con dos figuras imaginarias, el enérgico Florestan y el poético Eusebius, nombres con los que firmaba sus artículos y cuyos retratos representó en la suite para piano Carnaval (1834-1835). Durante 1840, tras su boda con Clara Wieck, se dedicó a componer canciones. Compuso ciento treinta y ocho, entre las que se encuentran las colecciones de Liederkreis (dos ciclos con textos de Heinrich Heine y Joseph Eichendorff), Myrthen (con textos de varios poetas), Amor y vida (con texto de Adelbert von Chamisso), y Los amores del poeta (sobre textos de Heinrich Heine). Supo poner de manifiesto el sentido profundo de los poemas y otorgó a la parte de piano el papel de expresar los sentimientos y significados de cada uno de ellos, incluyendo con frecuencia largos epílogos al final de cada canción.

Las composiciones de Schumann para piano suelen ser expresiones musicales sobre temas literarios y estados de ánimo. Con excepción de la Fantasía en do mayor (1836) y los Estudios sinfónicos (1854), sus obras para piano son colecciones de piezas cortas en las que una pequeña idea deriva en la creación de toda la obra a través de una sencilla organización. Además del Carnaval, compuso Mariposas (1829-1832), Escenas de niños (1838), Kreisleriana (1838) y Album para la juventud (1848). A pesar de que en sus obras largas no consiguió la unidad formal que poseen las canciones y las piezas para piano solo, sí logró música de gran belleza, a la vez que dramática. Son de resaltar la Sinfonía nº 1 (1841), el Quinteto para piano en mi bemol mayor (1842), el Concierto para piano en la menor (1845), la Sinfonía nº 2, la Sinfonía nº 3 Renana (1846), y el Trío para piano (1847). La Sinfonía nº 4 fue totalmente innovadora, ya que los cuatro movimientos aparecen unidos y se ejecutan sin interrupción. Otras composiciones son el coral El paraíso y la Peri (1843), y una ópera, Genoveva (1847-1848), que no tuvo demasiado éxito.



Johannes Brahms
Hamburgo, 7 de mayo de 1833 - Viena, 3 de abril de 1897





Richard Wagner
Leipzig, 22 de mayo de 1813 – Venecia,13 de febrero de 1883





Giuseppe Verdi
La Roncole, Busseto, 10 de octubre de 1813 – Milán, 27 de enero de 1901





Piotr Ilich Chaikovski
Rusia, 1840-1893





Compositores Rusos
Nacionalismo













Otros Nacionalismos

Edvard Grieg
Noruega 15 de junio de 1843 - 4 de septiembre de 1907





Bedrich Smetana
Checoslovaquia 2 de marzo de 1824 – 12 de mayo de 1884





Antonín Dvořák
Nelahozeves el 8 de septiembre de 1841, Praga 1 de mayo de 1904

Compositor checo, uno de los principales compositores europeos del siglo XIX y junto a Bedrich Smetana, la figura más representativa de la escuela nacional checa de composición. Nació en Nelahozeves, un pequeño pueblo bohemio a 30 kilómetros al norte de Praga, el 8 de septiembre de 1841. De niño aprendió a tocar el violín y, a menudo, entretenía con él a los huéspedes del mesón de su padre Antonin Liehmann que le enseñó piano y órgano. Entre 1857 y 1859 estudió en la academia de órgano de Praga; más tarde se unió a la banda de concierto de Komzák y después formó parte de la orquesta del Teatro Nacional de Praga, entonces Teatro provisional (donde tocó bajo la batuta de Smetana). Su primer éxito lo obtuvo en 1873 con el estreno de la cantata Hymnus (Los herederos de la Montaña Blanca). En 1873 su fama se hizo internacional gracias a la publicación de la primera colección de danzas eslavas. En 1884 visitó por primera vez Gran Bretaña para dirigir su propia música (fue la primera de las nueve veces que visitó este país con tal propósito) y obtuvo un éxito inmediato; durante años, las sinfonías nos. 7 y 8, el Requiem y otras obras corales fueron encargadas para ser estrenadas en Gran Bretaña.
Entre 1892 y 1895, Dvorák fue director del National Conservatory of Music de Nueva York donde había ido invitado por la señora J. Thurber, fundadora de la institución. En Estados Unidos adquirió gran afición por los espirituales negros y la música propia de ese país. Dos de sus obras más famosas, la sinfonía nº 9 (Sinfonía del Nuevo Mundo) y el cuarteto en fa mayor, conocido como Cuarteto americano, las compuso en 1893, durante su estancia en los Estados Unidos; aunque estas obras no contienen temas del momento de la música negra o nativa del país, sí se aprecian melodías afines en estructura y espíritu a las anteriormente citadas. Regresó a Bohemia en 1895 y en 1901 fue nombrado director del conservatorio de Praga.

Sus primeras obras estaban influidas por la música del compositor austríaco Franz Schubert y del alemán Ludwig van Beethoven, y durante su carrera se basó en los trabajos del compositor alemán Richard Wagner, sobre todo en sus óperas, género al que dedicó todas sus energías los últimos años de su vida. No puede dejar de señalarse en sus obras la impronta de Johannes Brahms. También investigó la música folclórica checa y eslovaca y sus obras más maduras reflejan un profundo sentimiento nacionalista. Entre sus alumnos se encuentran los compositores checos Vítèzslav Novák y Josef Suk, yerno de Dvorák. Sus composiciones incluyen 9 sinfonías (1865-1893), obras para piano (entre ellas la conocida Humoresca de 1894), dos colecciones de danzas eslavas (1878 y 1886), para dos pianos (orquestadas más tarde por el propio compositor), las óperas Vanda (1875), Dimitri (1882), El jacobino (1887-1888), El diablo y Catalina (1888-1889), Rusalka (1901) y Armida (1902-1903) entre otros, varios poemas sinfónicos, música de cámara, oratorios, cantatas, misas, un concierto para piano y otro para violín. El Concierto para violonchelo en si menor opus 104 es una de las obras más espléndidas del repertorio romántico (1895). Dvorák murió el 1 de mayo de 1904 en Praga; el día de su funeral fue una jornada de luto en toda la región de Bohemia.



Posromanticismo

Anton Bruckner
Ansfelden, 4 de septiembre de 1824 - Viena, 11 de octubre de 1896)





Gustav Mahler
Austria, 1860-1911

Compositor y director austriaco cuya obra marca el cenit de la evolución de la sinfonía romántica. Ejerció gran influencia en compositores del siglo XX como los austriacos Arnold Schönberg y Alban Berg. Nacido el 7 de julio de 1860 en Kalischt (Kaliste en la actual República Checa), estudió en el Conservatorio de Viena y filosofía en la universidad de esta capital. En el Conservatorio siguió los cursos de Alfred Epstein y asistió a clases de Anton Bruckner.
En 1880 fue nombrado director asistente en Bad Hall, Austria. Posteriormente trabajó como director de ópera en diversas ciudades europeas como Kassel, Praga, Leipzig, Pest o Hamburgo. En 1897 fue nombrado director artístico de la Ópera Imperial de Viena. Gracias a su tesón consiguió que en la década siguiente Viena gozara de un gran prestigio internacional como centro de ópera con representaciones ejemplares de obras de Christoph-Willibald Gluck, Wolfang Amadeus Mozart y Richard Wagner. En 1907 Mahler viajó a Nueva York, donde entre 1908 y 1910 dirigió la Ópera Metropolitana y de 1910 a 1911 la Filarmónica. Falleció el 18 de mayo de 1911 en Viena. De entre sus sinfonías, la sinfonía no numerada Das Lied von der Erde (El canto de la tierra, 1908) y cuatro de las nueve numeradas incluyen voces solistas con o sin coro. De los ciclos de canciones Kindertotenlieder (Canciones de los niños muertos, 1902) y de la colección de canciones titulada Des Knaben Wunderhorn (1888) hay versiones con acompañamiento orquestal y de piano. Las Lieder eines fahrenden Gesellen (Canciones de un camarada errante, 1883) tienen acompañamiento orquestal. También compuso canciones para voz y piano y una décima sinfonía, que dejó inacabada pero de la que existen varias versiones terminadas por otros músicos.

En las sinfonías de Mahler se aprecian influencias de Ludwig van Beethoven y Johannes Brahms así como de Richard Wagner y Anton Bruckner. Mahler utilizó la música coral y vocal en la sinfonía de forma similar a Beethoven, en su Novena Sinfonía en re menor, opus 125, con textos de la Oda a la Alegría de Friedrich Schiller, consiguiendo una unión musical y dramática como la que Wagner buscaba en sus dramas musicales. Al igual que Wagner y Bruckner, Mahler utilizó amplios recursos orquestales y su orquestación se anticipó al siglo XX en cuanto a la búsqueda del color en los diferentes instrumentos, la utilización de pequeñas combinaciones instrumentales y la inclusión de algunos poco comunes como la mandolina y el armonio. Su música es siempre de tipo contrapuntístico. Para él la orquestación era una herramienta para obtener la mayor claridad posible en las diferentes líneas musicales. La obra de Mahler supone la máxima evolución de la sinfonía romántica "Para mí", solía decir, "componer una sinfonía equivale a un acto de creación del mundo". Sus sinfonías más breves (nº 1 y nº 4) tienen una duración de una hora y la más larga (la nº 3 en seis movimientos) de más de hora y media, con un primer movimiento de 35 minutos. Al mismo tiempo, a principios del siglo XX, Jean Sibelius también se replanteaba la forma musical de la sinfonía, aunque en dirección opuesta: condensando y destilando la materia musical.

Con la misma libertad que permitió a Wagner y a Bruckner llevar casi al límite el sistema tradicional de tonalidades y armonías, Mahler se mantuvo dentro de este sistema, aunque alterando su premisa básica, por lo que la mayor parte de sus sinfonías presentan esquemas tonales progresivos que finalizan en una tonalidad diferente a la inicial. Mahler se sitúa en el límite mismo de los recursos de la herencia tradicional. Fue consciente de la desintegración de los valores armónicos y formales que vivió. Las sinfonías de Mahler constituyen un viaje psicológico, por lo general en forma de batalla titánica entre el optimismo y la desesperación expresados de forma irónica. Esta mezcla de alegría y desesperación, cuyo origen son tristes recuerdos de infancia, fue identificada por Sigmund Freud como la faceta central del carácter del compositor. Sin embargo, todas las sinfonías, excepto la nº 6, finalizan en un ambiente de alegría o al menos de serena resignación. Su música transmite en último término una mezcla de vulnerabilidad humana y consumada musicalidad.



Richard Strauss
Múnich, 11 de junio de 1864 — 8 de septiembre de 1949

Compositor y director de orquesta alemán y uno de los orquestadores y polifonistas modernos más excepcionales. Nació el 11 de junio de 1864 en Munich, estudió en la universidad de esta ciudad. Hijo de Franz Strauss, célebre trompa, comenzó el estudio de la música a los 4 años. A los 21 años Richard Strauss debutó como director de orquesta, primero en Meiningen y después en Munich. A lo largo de su vida dirigió las principales orquestas de ópera de Alemania y Austria. Entre 1919 y 1924 trabajó (junto con el director austriaco Franz Schalk) como director artístico de la Ópera de Viena. Durante el régimen nazi en Alemania desempeñó el cargo de director honorario del departamento de música del Tercer Reich (1933-1935). Strauss permaneció en Alemania durante la II Guerra Mundial. Falleció el 8 de septiembre de 1949 en Garmisch-Partenkirchen. La obra de Strauss puede dividirse en tres periodos. Las composiciones del primer periodo (1880-1887), raramente interpretadas actualmente, muestran una gran influencia de los maestros clásicos y románticos y son de una gran perfección. Entre ellas pueden citarse la Sonata para violonchelo y piano (1883), Burleske para piano y orquesta (1885) y la fantasía sinfónica Aus Italien (1887).
En su segundo periodo (1887-1904), en el que consiguió una gran maestría en el arte de la orquestación, Strauss creó una serie de obras que figuran en el repertorio habitual. Perfeccionó el poema sinfónico y utilizó el sistema del leitmotiv (uso de temas recurrentes con asociaciones extramusicales específicas) que había sido desarrollado principalmente por el compositor alemán Richard Wagner. También introdujo innovaciones de tipo armónico y de instrumentación, ampliando así las posibilidades expresivas de la orquesta sinfónica moderna. Entre las obras de este periodo se encuentran Don Juan (1888), Macbeth (1890), Muerte y transfiguración (1890), Till Eulenspiegel (1895), Así habló Zaratustra (1896), Don Quijote (1897) y Vida de héroe (1898).

Al tercer periodo (1904-1949) pertenecen sus óperas, consideradas entre las más importantes del siglo XX. A raíz del éxito de la primera, Salomé (1905), Strauss se asoció con el poeta y libretista austriaco Hugo von Hofmannsthal, con el que produjo sus mejores óperas como Elektra (1909), El caballero de la rosa (1911), Ariadna de Naxos (1912, revisada en 1916), La mujer sin sombra (1919), Elena egipcia (1928) y Arabella (1933). A la muerte de Hofmannsthal, Strauss siguió escribiendo óperas con otros libretistas, aunque con menor éxito; entre ellas pueden citarse La mujer silenciosa (1935), Daphne (1938) y Capriccio (1942). Strauss también compuso más de 100 canciones, algunas como Dedicatoria (1882-1883) y Mañana (1893-1894) de calidad excepcional. Otras de sus obras son el ballet Josephslegende (Leyenda de José, 1914), las obras sinfónicas Sinfonía doméstica (1904) y Sinfonía de los Alpes (1915) y Cuatro últimas canciones (1948).